Los Negocios de la caridad

No sé si lo han notado, pero casi siempre de diciembre a marzo, se intensifican las campañas que piden donativos altruistas.

De repente uno se ve copado por chingo mil campañas que te piden esos centavos o pesos que te "sobran" para construir escuelas, hospitales, llevar computadoras a escuelas (muchas que ni siquiera tienen luz, ya no digamos techo o paredes, pero bueno), operaciones de cataratas, niños parapléjicos, bosques, instituciones de salvamento, asociaciones contra el uso de drogas (claro, las no oficiales), familias sin comida, clínicas especializadas en las más variadas enfermedades y un enorme etc...

No me había caído el veinte hasta que mi contador me llamó para que le diera mis papeles para hacer la declaración anual de impuestos, la cual tiene como límite el mes de abril.
Ahí empecé a sospechar que quizás los dos eventos estaban relacionados.

La declaración sirve para justificar en qué se está gastando el dinero que se gana siendo que uno tenga alguna actividad económica o genere ingresos. Básicamente de todo lo que uno compra y paga se paga un impuesto (esto es una cantidad adicional al precio real del producto) que es administrado por la Secretaría de Hacienda y que SUPUESTAMENTE sirve para el desarrollo y obras públicas de todas las ciudades del país.
O sea que supuestamente todos los que pagamos por cualquier cosa (casi todo) estamos contribuyendo con nuestras ciudades y nuestro país para hacer funcionar el lugar en el que vivimos. Eso suena bien.

Entonces las grandes empresas como las de supermercados (Wal-Mart, Comercial Mexicana, etc.), los Bancos (¿que tal esas alcancías que hay en algunos dizque para ayudar a niños con cáncer?, ¡tienen desde los 70!), los dos grandes consorcios televisivos y demás asociaciones oportunistamente altruistas comienzan sus campañas de donativos.

La caridad es casi hermana de la lástima y eso lo saben las grandes corporaciones (y hasta las que no son tan grandes). Ese es el gancho que utilizan para sacarnos el dinero: se apoyan en ese complejo de culpa (muy propio de la moral cristiana) y nos restriegan en la cara imágenes lastimeras de madres solteras viviendo en condiciones infrahumanas, viejitos con cataratas, un desfile interminable de personas con diferentes discapacidades (perdón, pero por más amable que lo quieran disfrazar no son "capacidades diferentes", eso sería si pudieran hacer algo diferente de lo que los "capacitados" hacen), niños sin zapatos, mugrosos, con los mocos secos y "muchas ganas de salir adelante".

El bombardeo arranca en diciembre que llegan los aguinaldos y le ablandan la cabeza a todo mundo con la maldita, mil veces maldita, Navidad (no por nada el dichoso Teletón lo hacen en diciembre). Ya saben que en esas épocas todo el mundo está extra-buenpedo y se siente con ánimos de derrochar dinero (total ¿qué son unos pesitos para alivianar a los jodidos y hacer la buena obra del año?).

Por supuesto que las empresas hacen sus donativos (si no le dieran nada a los que dicen ayudar estos tampoco se prestarían a que los usen sin recibir nada a cambio) como cuando dicen que por cada peso que aportes ellos ponen otro, pero LO QUE NO TE DICEN es que cuando aportan el donativo final (o sea cuando se acaba su "altruismo" y la buena onda) ellos deducen de sus impuestos EL DOBLE de esa cantidad (digamos que si hacen donativos "altruistas" la Secretaría de Hacienda les "perdona" que paguen los impuestos). O sea que se quedan con todo el varo que ganaron. Por lo tanto estos parásitos son los que menos aportan al desarrollo de las ciudades y del país, sólo están como pulgas chupando sangre.

No estoy diciendo que sea meramente una postal, por supuesto que esa gente se la está pasando muy mal. Sin embargo, me molesta que esas corporaciones se pavoneen como los paladines del altruismo nacional, siendo que lo único que buscan es que los saquemos de sus cargas fiscales escudándose detrás de la gente más jodida. Hacer donativos deducibles de impuestos es la manera más elegante de evitar pagarlos. Quieren hacer ver que sus empresas tienen un carácter humanista para que validar todas las injusticias que cometen (¿cuántas veces no te han robado varo en los cajeros?, ¿cuántos "cerillos" conoces que les den un sueldo?, ¿cuántas llamadas que no hiciste te cobran en tu recibo?).

Ya no digamos de cuando se inventan empresas fantasmas y se auto-donan dinero (¿sabían que no se pueden hacer "donativos" a las empresas con la denominación "S.A. de C.V."?). Hay empresas que hacen donativos altruistas para evitar pagar reparto de utilidades a sus trabajadores (ni modo que los desalmados obreros le pretendan cobrar a la empresa ese dinero que fue un donativo para caridad). El sexenio pasado el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes hizo miles de donativos por millones de pesos bajo el rubro de "promover la cultura" sin mayores especificaciones. Por ejemplo el año pasado el CNCA le dio un "donativo" de 170 mil 120 pesos a Prestaciones Mexicanas S.A. de C.V. siendo que esta empresa se dedica a emitir los vales de despensa que dan las empresas a sus trabajadores, no a "promover la cultura".

Cuando te piden "redondear" seguro dirás "son unos centavos", pero si tomamos en cuenta que un hombre como Carlos Slim (el tercer hombre más rico del mundo, por cierto) ha hecho su fortuna cobrando cada centavo de sus servicios y empresas, se darán cuenta que cada centavo importa (y no te lo pedirían si no les fuera útil). De hecho hay un estudio en el que se demuestra que de CUALQUIER COSA que tú compres, cinco centavos de lo que pagas van a dar al bolsillo del señor Slim. Tú dirás si los centavos no sirven.

Y dos pueden jugar el mismo juego. Como ya expliqué todos los donativos "altruistas" son deducibles de impuestos, siempre y cuando uno presente ante Hacienda los recibos correspondientes. Entonces cuando acepten donar 50 centavos por "redondeo" exijan que les den su recibo de donativo para que ustedes lo puedan presentar ante Hacienda y se los deduzcan de su pago de impuestos. Inclusive si se niegan a dárselos y no les regresan sus 50 centavos, ustedes con la mano en la cintura pueden demandar a la empresa por defraudación fiscal.

Si genuinamente están preocupados por el bienestar de estas personas poco afortunadas y está en sus posibilidades ayudarlos, la solución es muy sencilla: VAYAN DIRECTAMENTE A LA INSTITUCIÓN DE SU INTERÉS Y HAGAN SU DONATIVO PERSONALMENTE. Los empresarios se aprovechan de la güeva y la culpa de todos con sus redondeos y demás sacaderas de dinero. Y además hacen el donativo que TÚ PAGASTE a SU NOMBRE.

Así que la próxima vez que en las cajas de algún supermercado te pidan que des tus centavos no temas decir que no, aunque los demás metiches de la fila te vean feo. Estarás haciendo más patria negándote que engordando el bolsillo de los "altruistas".

Yo se que no todas las IAP o A.C. yo mismo fui parte de una Asociacion de este tipo y se lo dificil que es poder conseguir patrocinadores y donadores, solo hay qe saber bien a quien damos esa ayuda bien intensionada.