Pinche Gente

Ahhh....

Despierto, estoy de buenitas, desayuno rico, blablabla, salgo a la calle, el solecito está precioso, me dirijo a mi trabajo y voy feliz escuchando Slow Hands... me aproximo al amigable metrobús.

Como a unos cinco metros antes de cruzar la calle, alcanzo a ver a un señor (creo que algo le pasó en su pierna porque camina con dificultad, pero igual que yo, se apura para llegar a algún lugar)... Hay un escalón, el cual no puede subir bien. Todo en segundos: Se cae. Se queda ahí. Se lastima. Me angustio....

No pude correr para auxiliarlo porque otro chico que estaba más cerca de él, reaccionó antes que yo... Le ayudó a levantarse y recoger sus papeles. Pero con tristeza y coraje me toca ver que una tarada, sí, tarada, se bota de la risa y ni siquiera es buena para ser discreta. Qué coraje y qué vergüenza, en verdad...

Pues caminando de nuevo, veo que vamos en la misma dirección, y me acerco para preguntarle si estaba bien. Con una linda sonrisa en la cara me contesta: "Sí, señorita, gracias. No se preocupe, son cosas que pasan, pero estoy bien, de verdad. Gracias". Se fue.

Ante esta pequeña conversción me sentí mejor, pero también se me quedó atorado el coraje de cómo es posible que la gente sea tan inmadura y poco consiente para burlarse de los accidentes de los demás, por mínimos o insginificantes que parezcan.

No voy a decir que jamás me he burlado de cuando alguien más cae al suelo o le pasa algo, porque incluso cuando me sucede a mi, soy la primera en soltar al carcajada. Pero carajo! ésta persona tenía una discapacidad!

Pues esto fue razón suficiente como para que el 70% de mi día estuviera de malas.

Y yo me pregunto:

¿En qué momento desapareció el lado amable y positivo de la gente?
¿Cuándo comenzaron a ser hostiles e indiferentes?

By Ileana
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